El correcto funcionamiento del sistema de frenos de un automóvil está condicionado por diversos aspectos. En muchas ocasiones, durante el mantenimiento, se centra la atención en el desgaste de las pastillas de freno, descuidando la evaluación del espesor de los discos.
A menudo se infravalora el desgaste de los discos de freno, pensando que estos no se ven afectados por el uso. Sin embargo, el mismo proceso de desgaste que afecta a las pastillas también incide en el disco de freno con el paso del tiempo.
El límite de desgaste del disco se define como el grosor mínimo por debajo del cual se compromete la eficacia de la acción de frenado. Este parámetro es crucial y debe ser considerado en las revisiones periódicas.
El adelgazamiento del disco reduce su capacidad para disipar el calor y su resistencia mecánica, ocasionando diversos problemas y situaciones críticas como:
Además de estas complicaciones, el uso de un disco muy desgastado puede dar lugar a situaciones peligrosas en condiciones de conducción exigente:
La medición precisa del espesor mínimo del disco de freno requiere la utilización de un calibrador. Es importante tomar medidas en al menos cuatro puntos diferentes y considerar la menor de ellas como referencia para todo el disco.
Esta cifra se compara con el parámetro indicado en el mismo disco bajo la sigla MIN TH = (Minimum Thickness) seguido por su valor en milímetros. En caso de que la medición resulte inferior al valor de MIN TH, el disco debe ser reemplazado sin demora.
Es crucial destacar la necesidad de sustituir ambos discos, incluso si solo uno de ellos excede el límite mínimo de desgaste.
Para garantizar la seguridad de los ocupantes del vehículo, es esencial inspeccionar regularmente el sistema de frenos. Esta práctica permite mantener el correcto funcionamiento de los frenos y evitar posibles averías o daños. Tras la inspección, se deben reemplazar todos los componentes dañados.
Durante los mantenimientos programados o inesperados, se recomienda llevar a cabo una evaluación exhaustiva del estado de los discos de freno. En general, se aconseja reemplazar los discos cada dos cambios de las pastillas.
Al sustituir los discos, es crucial seguir las indicaciones proporcionadas por el fabricante, utilizar una llave dinamométrica para aplicar el par de apriete adecuado a los tornillos y seguir el procedimiento correcto de apriete.
Fuente: La Comunidad del Taller
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