Un embrague en mal estado afecta al sistema de transmisión del motor, “lo que repercute en la seguridad en la conducción y en la durabilidad de elementos clave como el motor o la caja de cambios”, advierten desde ‘Elige calidad, elige confianza’ (ECEC), iniciativa formada por una veintena de los principales fabricantes de componentes de primer equipo que trabajan en una labor de sensibilización en pro de la seguridad vial a través del mantenimiento de vehículos.
En este sentido, desde la iniciativa recomiendan prestar atención a algunas señales que indican que el embrague está llegando al final de su vida útil.
Uno de estos síntomas es que el coche se revoluciona demasiado, pero no coge velocidad. En estos casos es posible que el embrague patine, y que los forros del disco se hayan desgastado. Además, en ocasiones, este patinado genera un olor bastante característico.
Otra señal es que las marchas entran mal, de forma brusca. El conductor nota dureza en el accionamiento de la palanca de cambios en el momento de insertar la marcha o de sacarla, y en ocasiones, incluso un ruido de rozamiento metálico en ese mismo momento.
Asimismo, si al soltar el pie del embrague, su recorrido en mínimo, y el coche tiende a ponerse en movimiento rápidamente, estamos ante otra señal de que el embrague está en mal estado; al igual que lo estamos si se perciben fuertes vibraciones procedentes de holguras, así como si se producen chirridos al pisar el pedal del embrague, lo que puede significar que el collarín necesite ser sustituido.
Además, ECEC destaca que “la transformación que están experimentando los motores a causa de las regulaciones anticontaminación, tales como menor tamaño, menor cilindrada, mayor potencia y mayor eficiencia, provoca un incremento de vibraciones en la cadena cinemática, lo que reduce la vida útil del embrague”.
Para solucionarlo, “los fabricantes de equipo original han desarrollado nuevos conceptos y componentes que permiten que estas nuevas generaciones de vehículos garanticen una conducción confortable y eficaz, absorbiendo las vibraciones generadas por el motor”, subrayan desde la iniciativa.
¿Cómo reducir el deterioro del embrague?
El embrague es un elemento de desgaste, el cual se incrementa en situaciones de conducción agresiva o brusca, en caminos irregulares o asfaltos en mal estado, al circular con tráfico denso o al efectuar arranques cuesta arriba.
Lo más recomendable, según ECEC, es realizar un mantenimiento completo del sistema de transmisión -conjunto de embrague, volante bimasa, cojinete mecánico o cojinete hidráulico-, y en caso de tener que reemplazar alguno de los elementos del sistema, es conveniente reemplazar todos los que se hayan visto afectados por el deterioro.
Fuente: Autopos
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