Los coches eléctricos pueden provocar más accidentes que los de combustión, generar más daños, las reparaciones son más caras y su punto débil son los bajos, que no protegen la batería como deberían. Estas son las conclusiones que se extraen de unas pruebas que ha realizado la aseguradora AXA con estos vehículos.
Asimismo, desde la compañía indican que los eléctricos son coches que generan mucha potencia rápidamente, lo que puede derivar en que el conductor pierda el control del vehículo. En esta línea, Michael Pfäffli, jefe de investigación de accidentes de AXA Suiza, señala que la mayoría de los eléctricos tiene un par muy alto que se nota al pisar el acelerador y que puede provocar “una aceleración brusca no deseada que el conductor no puede controlar”.
Además, la batería interviene negativamente en ellos de dos maneras. Por un lado, hacen que pesen más que los coches de combustión, por lo que, en caso de choque, provocan mayores daños en aquello con lo que impactan. Por otro, la batería no está bien protegida por los bajos, de manera que pueden averiarse más fácilmente ante cualquier obstáculo que pueda haber en la carretera, o arder. Eso sí, AXA apunta que las posibilidades de que un vehículo se incendie, ya sea de combustión o eléctrico, son bajas: solo ocurre en 5 de cada 10.000 coches.
Fuente; La Comunidad del Taller
Todos los derechos reservados | ALJOCAR Autorecambios S.L.