Garage Gurus ha elaborado un resumen en el que muestra cuales son los problemas más comunes que afectan al sistema de amortiguación de los coches. En él enseña a diagnosticar los fallos. Además, explicarán cuales son los efectos que pueden tener tanto en el rendimiento, como en la seguridad a la hora de conducir, así como la forma de evitarlos en el futuro
Una de las principales quejas de los clientes se debe a la realización incorrecta del par de apriete de la tuerca superior de la columna de suspensión. Esta tiene la función de mantener unidos el puntal, el kit de montaje superior y el muelle. Además, hay que ser consciente de que la tuerca superior debe instalarse correctamente y apretarse con un par de apriete muy específico (suele oscilar entre 41 nm y 68 nm), muy por debajo del par de apriete generado por una llave dinamométrica neumática.
Si se realiza de manera incorrecta la tuerca se podría partir, ocasionando una pérdida en la capacidad de amortiguación y la rotura del vástago, lo que ocasionaría, si estamos conduciendo, un accidente grave.
Por este motivo es importante que, durante la localización de averías, se inspeccionen detenidamente las superficies de la tuerca superior, ya que las pistolas de impacto suelen dejar señales reveladoras.
Si se utilizan herramientas o procedimientos incorrectos, pueden provocarse daños importantes a las roscas del vástago. Si durante el montaje, la tuerca superior se coloca de manera incorrecta sobre la rosca del vástago y se aprieta con una pistola neumática, esta se dañará.
Asimismo, si las arandelas del kit de montaje se instalan en el orden incorrecto, cabe la posibilidad de que estas se aflojen y golpeen la parte inferior de la parte roscada del vástago. Esto, además de crear ruidos, pueden provocar daños en la rosca o en el propio vástago.
Al igual que el primer problema, se trata de un problema originado por problemas durante la instalación y, por ese motivo, no se considerarían como reclamaciones de la garantía.
Este fallo se origina cuando el instalador utiliza una herramienta inadecuada (como alicates) para sujetar el vástago del pistón de la columna de suspensión. Esto se realiza con el objetivo de evitar que éste gire mientras aprieta la tuerca.
Una vez se ha comprimido el amortiguador, la zona dañada del vástago atraviesa el retén de aceite de la columna de suspensión, arañándolo y pudiendo provocar fugas de aceite y gas. Este problema puede evitarse fácilmente con el uso de herramientas adecuadas. Este tipo de avería probablemente no se consideraría como una reclamación válida de la garantía.
Los amortiguadores y las columnas de suspensión son elementos considerados de desgaste y eso afecta al rendimiento de las piezas internas. Entre los fallos que se pueden producir se encuentra la pérdida de viscosidad del aceite, lo que provoca que los movimientos de compresión y extensión sean más rápidos y estén peor controlados.
Otro de los fallos afecta a la banda antifricción que hay entre el pistón y las paredes de la cámara de trabajo, este desgaste permite que pase aceite a través del hueco y ablande el amortiguador y reduciendo el control.
El problema se encuentra en que, si solo se sustituye un amortiguador de un eje, uno será más rígido que el otro, y la nueva unidad se sobrecargará rápidamente al intentar controlar todos los esfuerzos de rebote y compresión de la suspensión. Por este motivo, se recomienda siempre sustituir los amortiguadores y las columnas de suspensión por parejas, como mínimo por eje y, en el caso de las columnas de suspensión, montarlas siempre en conjunto con nuevos kits de protección y kits de montaje superior. Como resultado, cualquier fallo causado por la sustitución de una única unidad no puede considerarse un defecto de fabricación.
Los kits de montaje superiores (o copelas) se ven sometidos a un gran desgaste y constan de dos partes fundamentales: un elemento de goma y un cojinete de rodadura que facilita la rotación de las ruedas al girar. Estos elementos se desgastan y deben sustituirse para garantizar el correcto funcionamiento de la suspensión y del sistema de frenado.
Si están en mal estado, pueden provocar un accidente grave, sobre todo si el volante no retorna automáticamente a la posición central después de tomar una curva. Como el elemento de goma se endurece con el tiempo, se pueden experimentar vibraciones y ruidos, sobre todo al sustituir las columnas de suspensión por unidades nuevas, ya que, al ser más duras, estas vibraciones se hacen mucho más evidentes. Debido a esto, la marca de amortiguadores Monroe, recomienda que siempre que se sustituyan las columnas de suspensión, se monten al mismo tiempo nuevos kits de montaje superiores.
Los Kits de protección están formados por dos partes esenciales. La primera, es el limitador de carrera en compresión que, está hecho de una espuma de poliuretano de alta densidad con una forma cónica que se endurece a medida que se comprime la unidad. Se localiza en la parte superior del vástago de la columna de suspensión y tiene la misión de limitar el balanceo lateral al girar y el cabeceo de la carrocería del coche al frenar, acelerar o pasar por obstáculos en la carretera como baches limitadores de velocidad.
Si está ubicado en la parte inferior del kit de montaje superior. Tendrá un diámetro interno del limitador de carrera mucho mayor que el diámetro del vástago del amortiguador. Desde Garage Gurus explican que algunos instaladores piensan que esto es una indicación de que la pieza es incorrecta, pero no lo es.
Este elemento suele cubrir el vástago del amortiguador y a medida que envejece, el poliuretano de alta densidad se vuelve poroso y el diámetro interno del agujero por donde pasa el vástago del amortiguador aumenta debido al desgaste. Debido a esto, en el interior se pueden acumular partículas abrasivas que dañen el revestimiento de cromo del vástago y provocar fugas de aceite.
El elemento importante es el guardapolvo. Normalmente se fabrica en caucho de alta resistencia y protege el vástago del amortiguador del contacto con partículas abrasivas
Cualquier imperfección en la superficie del vástago puede dañar el retén de aceite del amortiguador haciendo que el aceite y el gas salgan de la unidad inutilizándola. Además, hay que ser consciente de que la vida útil de los kits de protección puede variar mucho en función del clima y del uso que se haga del vehículo.
La posición del limitador de carrera en compresión del kit de protección es muy importante. Un error común durante la instalación es tirar del limitador de carrera en compresión hacia la parte inferior de la columna de suspensión con el objetivo de tener acceso al vástago cuando se intenta apretar la tuerca superior.
Sin embargo, esto provoca que el limitador de carrera en compresión impida el movimiento adecuado de la suspensión y crea una conducción dura. La instalación correcta implica simplemente mover el limitador de carrera en compresión a la parte superior del vástago, y dejar una distancia prudencial con la superficie inferior del kit de montaje.
Los arañazos y la pintura raspada en un lado de la carcasa de los amortiguadores denotan que hay una mala alineación del amortiguador producida durante el montaje. Se puede producir cuando se aprietan los soportes del amortiguador mientras el coche está elevado con las ruedas en el aire y los amortiguadores extendidos.
El elemento de goma del buje actúa como un muelle y está diseñado para deformarse elásticamente durante la marcha en un ángulo máximo de 45 grados en cada dirección. Si se aprietan y fijan los anclajes de tipo buje con la suspensión totalmente extendida, al bajar el coche al suelo los bujes de goma girarán más de lo que puede.
Además, cuando el conductor suba al coche, agravará aún más el problema, y el amortiguador quedará bloqueado. Puede incluso experimentar una fuerza excesiva, forzándolo a adoptar una forma parabólica, lo que provocará que la parte trasera del coche se eleve con respecto a la delantera.
Este problema puede corregirse aflojando las fijaciones del amortiguador con el coche en el suelo, presionando un poco el parachoques trasero en su parte central hacia abajo y volviendo a apretar a los pares de apriete recomendados
Asimismo, hay que recordar que la fuerza lateral aplicada al vástago deforma el retén de aceite por un lado produciendo mucha presión en el mismo y por tanto un exceso de temperatura que terminará provocando fugas de gas y aceite. Este sobrecalentamiento suele dejar huellas también sobre la superficie del vástago en contacto
Algunos amortiguadores tienen un diseño de casquillo asimétrico que, debe montarse en una posición determinada con respecto a su fijación inferior. Están diseñadas para utilizar este casquillo asimétrico para mantener el amortiguador funcionando en su posición correcta. No obstante, si el amortiguador se instala con una orientación incorrecta del casquillo puede producirse el mismo problema que el descrito anteriormente.
Ambos problemas se deben a una instalación incorrecta y, por lo tanto, no pueden considerarse como una reclamación válida de la garantía.
Fuente: Infotaller
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