La tecnología start-stop es una tecnología avanzada que permite ahorrar dinero a los conductores y, muy importante, ofrece beneficios medioambientales. Sin embargo, las ventajas de la tecnología start-stop conllevan un mayor esfuerzo para la batería. El start-stop es capaz de apagar el motor cada vez que el coche se detiene y de encenderlo de nuevo cuando se pisa el acelerador o se levanta el pie del freno
Cuando el sistema start-stop está activado, por ejemplo, en un semáforo, la gran cantidad de consumidores eléctricos siguen necesitando suministro eléctrico. La radio está puesta, se está cargando un smartphone y el aire acondicionado ofrece continuamente la refrigeración necesaria en el habitáculo. A pesar de todo esto, la batería tendrá que encender el motor igualmente cuando el semáforo se ponga en verde. Para responder a estos requisitos, las baterías innovadoras han sido especialmente desarrolladas para su uso en vehículos con sistemas start-stop automáticos. A la larga, una batería inadecuada puede tener consecuencias no deseadas.
Una batería de arranque convencional no es capaz de satisfacer las necesidades de un vehículo con sistema start-stop automático. Esto es así tanto para coches con sistema start-stop simple y batería EFB como para coches con sistema start-stop avanzado. En estos vehículos equipados con función de recuperación, la electricidad que se genera en el proceso de frenado se acumula en la batería AGM.
Utilizar una batería de arranque convencional en un vehículo con start-stop tiene estas posibles consecuencias:
Utilizar una batería de arranque inapropiada o no aprobada en vehículos con start-stop derivará en la pérdida de la garantía. El conductor o el taller serán responsables de todos los daños indirectos y de la pérdida funcional asociados a la instalación de una batería incorrecta.
En teoría, el sistema de gestión de la batería detecta que se ha instalado una batería incorrecta y adapta el sistema start-stop a la menor potencia de la batería para garantizar que el motor continúe poniéndose en marcha. En caso de duda, las funciones de confort, como la calefacción de los asientos u otras prestaciones, no están disponibles durante las etapas de parada.
Si el sistema de gestión de la batería no detecta que se ha instalado una batería incorrecta y no ajusta en consonancia la gestión de la energía, la vida útil de la batería puede verse muy reducida.
Con una batería incorrecta, la cantidad de energía eléctrica es muy reducida, lo que puede dar lugar a un rápido deterioro de la batería y a que el sistema start-stop no apague nunca o rara vez el motor. Como consecuencia, se consume más combustible y se contamina más.
El ácido de la batería puede derramarse si revienta la carcasa de la batería debido a una sobrecarga y a los procesos electroquímicos. Un escape repentino de ácido puede suponer un riesgo grave para la salud.
Utilizar una tecnología de baterías incorrecta en un vehículo start-stop se traduce en un deterioro más rápido de la batería. A causa de esto y como consecuencia de la sobrecarga, el ácido de la batería también puede derramarse en casos extremos.
Fuente: La Comunidad del Taller
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