Automatic Choice recuerda la importancia de saber qué tipo de cambio utiliza el vehículo y la necesidad (o no) del cambio de aceite.
Las cajas de cambios automáticas son una realidad cada vez más extendida que ha llegado para facilitarles la vida a muchos conductores. Y es que no solo facilitan mucho la conducción al no requerir la intervención del conductor para pasar de una marcha a otra, sino que además ayudan a reducir el consumo de carburante (hasta en un 10%) dado que las reducciones y aceleraciones son más suaves que en las transiciones de un cambio manual, especialmente bruscas en entornos urbanos. En MotorOK, y de la mano de especialistas en la materia como Automatic Choice, ya hemos dejado claro en varias ocasiones que las cajas automáticas sí requieren mantenimiento. Pero, ¿es el mismo proceso para todos los modelos? Desde luego que no, y por eso compartimos un nuevo artículo técnico en el que la empresa analiza qué tipo de cajas de cambio automáticas existen y sus particularidades.
Se trata de cajas manuales convencionales que se han adaptado para que el cambio sea automático. El momento de engranar una nueva marcha lo decide una centralita en función de parámetros como la velocidad o las revoluciones del motor.
En el caso de las cajas pilotadas, el mantenimiento es el mismo que el de una caja manual. Esto significa que el aceite no se debe cambiar a menos que exista una avería. Los lubricantes empleados en ellas son API GL-4 o GL-4+ y, en algunos casos, API GL-5 de SAE 75w80 o 75w; aunque hay casos en que se pide un SAE 80w90 o 75w90.
La cantidad de aceite para la parte de los engranajes de esta transmisión es variable y va desde el litro y medio hasta los tres litros. Además, en el sistema de robotización del cambio de marchas puede haber uno o dos productos especiales que controlan el sistema. Son distintos del aceite de engranajes y se debe consultar la recomendación del fabricante sobre su sustitución.
Disponen de dos ejes para las marchas, uno para las pares y otro para las impares; cada eje entra en funcionamiento mediante uno de los embragues. El mantenimiento depende del diseño de cada caja, de las cuales existen tres tipos:
En ellas se emplean dos poleas y una correa o una cadena metálica. Normalmente se encuentran en vehículos asiáticos, pero algunas marcas europeas también las utilizan. El lubricante de estas cajas posee características de fricción especiales para favorecer el funcionamiento de las correas o las cadenas metálicas, por lo que se trata de un producto completamente diferente al que se emplea en el mantenimiento de otros tipos de transmisiones. El cambio del lubricante es obligatorio en este caso, pero depende del fabricante y de la cantidad de aceite que tenga la caja. De esta forma, la sustitución se realiza entre los 60.000-150.000 kilómetros y se necesitan entre tres y cinco litros de aceite.
Estas son las que conocemos de toda la vida. Para ellas utilizamos lubricantes de color rojo, los conocidos DEXRON. Disponen de un convertidor lleno de aceite. A continuación viene la caja de cambios, que cuenta con engranajes epicicloidales donde las marchas se cambian mediante sistemas hidráulicos. Esto significa que se emplean embragues y frenos para cambiar las marchas y frenar los engranajes, adaptando la transmisión a las necesidades del usuario. La cantidad de aceite de estas cajas puede ser de cinco a quince litros y debe sustituirse entre 30.000-150.000 kilómetros, en función de las indicaciones del fabricante. En este caso se pueden emplear varios productos, dependiendo del tipo de caja: las que tienen seis velocidades o más deben utilizar un DEXRON VI, mientras que las de cajas de cuatro o menos velocidades usarán un DEXRON III.
En algunos casos se debe recurrir a un aceite diseñado específicamente para el tipo de caja del fabricante del coche. Este sería el caso de Mercedes-Benz, que para ciertas cajas diseñadas por la propia marca exige una norma propia: la MB 236.14.
En función de todo lo que se ha explicado, es recomendable conocer qué clase de caja utiliza el vehículo y si es necesario o no el cambio de aceite. Si se debe sustituir, deberemos comprobar qué tipo de producto recomienda el fabricante y qué norma debe cumplir, así como el kilometraje de cambio indicado por el constructor. De esta forma sabremos la calidad del producto y si resulta adecuado para la caja, de tal manera que evitaremos averías ya que, como en el caso de los motores, no emplear el lubricante indicado puede conllevar problemas mecánicos.
Fuente: Motor OK
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