¿Te has planteado alguna vez que los neumáticos se deterioran con el tiempo? Año tras año, su uso en carretera genera una pérdida natural de elasticidad y adherencia. Este fenómeno conocido como cristalización de los neumáticos aumenta las probabilidades de sufrir un accidente de tráfico. Hoy queremos que salgas de dudas para evitar que los neumáticos cristalizados te provoquen más de un susto. ¡Permanece atento!
Con el paso del tiempo, las ruedas del coche ven menguadas drásticamente las propiedades químicas de los neumáticos. Como consecuencia, se produce una reducción de la elasticidad, además de la cristalización de los neumáticos.
Aunque carecen de fecha de caducidad, sí es cierto que el caucho utilizado en la fabricación de los neumáticos se ve afectado por la humedad o la radiación solar, motivo por el que sus cualidades elásticas se minimizan tanto que, como consecuencia, origina serios peligros en la conducción.
La cristalización del neumático es el proceso de envejecimiento del neumático como consecuencia de una disminución progresiva de sus cualidades químicas, que ocasiona la pérdida de elasticidad y agarre.
Tal y como informan desde OPEN, Organización Profesional de Especialistas del Neumático, esta irregularidad se presenta cuando el coche se deja durante mucho tiempo a la intemperie, con los neumáticos sometidos a altas temperaturas y a la radiación del sol, con baja humedad.
El desgaste no se aprecia visualmente pero el agarre se pierde de forma acusada. Solo tienes que comprobar por ti mismo cómo la goma de la rueda acaba estando rígida y sin flexibilidad.
Además, es importante aclarar que la cristalización de los neumáticos no está vinculada en exclusiva con los kilómetros recorridos por un vehículo, aunque afecta a su estado final.
No obstante, sigue esta recomendación: cumplidos los 5 años deben ser revisados por un especialista y, una vez pasados los 10 años desde su fecha de fabricación indicada en el código DOT del neumáticos, deben ser cambiados por ruedas nuevas.
¿Quieres saber si tus neumáticos están en buen estado o, por el contrario, evidencian claros síntomas de cristalización?
Pon en práctica este truco rápido y fácil: hunde la uña del dedo en el dibujo del neumático.
Hasta este momento, ha quedado claro que conducir con un neumático cristalizado es un verdadero peligro. Pero, ¿Cómo afecta a la conducción de un vehículo? ¡Toma nota!
Una de las funciones principales de un neumático es el agarre en carretera, propiedad que con la cristalización se pierde drásticamente.
Por este motivo, un vehículo dañado de este modo ofrecerá una conducción totalmente inestable. En la carretera los juegos no son bienvenidos.
La falta de adherencia a la carretera origina que se precise de más recorrido para frenar por completo ante la presencia de un obstáculo o peligro en la carretera.
Por tanto, si no realiza un óptimo control de la distancia de frenado, será más probable sufrir impactos con otros vehículos de la vía.
Si la carretera está mojada por la lluvia o cuenta con charcos en la carretera, la pérdida de agarre de los neumáticos cristalizados incrementará la pérdida de tracción y control del vehículo por parte del conductor.
La consecuencia directa es un aumento de posibilidades de chocar con otros vehículos o salirnos de la carretera.
La respuesta es un rotundo no. En los últimos tiempos, se han escuchado voces que hablan de la posibilidad de recuperar los neumáticos cristalizados con técnicas diversas.
Conclusión
Como piedra angular en la conducción de un vehículo, debes poner toda tu atención en el mantenimiento y óptimo estado de los neumáticos del coche.
La cristalización de los neumáticos es un fenómeno que existe y que daña por completo la calidad y la seguridad en la conducción.
Fuente: Clacon
En ALJOCAR estamos para ayudarte y aconsejarte, no dudes en llamar a nuestros expertos 987347859
Todos los derechos reservados | ALJOCAR Autorecambios S.L.