El filtro de habitáculo limpia el aire respirado en el coche por los pasajeros y el conductor. Debe ser reemplazado por lo menos una vez al año o cada 15.000 km, destaca Filtron, marca de MANN+FILTER. ¿Cuáles son los cinco peligros más importantes de lo que protege un reemplazo regular del filtro de habitáculo?.
Inhalación de contaminación
El filtro de habitáculo retiene micropartículas de polvo, polen y muchos microorganismos. Estas partículas pueden ser microscópicamente pequeñas: su diámetro puede ser incluso 7 veces más pequeño que el diámetro del pelo humano. La inhalación del aire contaminado afecta negativamente a nuestra salud, pudiendo causar enfermedades pulmonares y cardiovasculares.
Sensación de fatiga y seguridad del viaje reducida
El aire contaminado dentro del habitáculo provoca molestias y la sensación de fatiga durante el viaje. El cansancio disminuye considerablemente el nivel de concentración del conductor, aumentando el riesgo de accidentes.
Vidrios empañados y mala visibilidad
En el filtro de habitáculo gastado, y más específicamente, en las impurezas retenidas por este filtro, se acumula la humedad que entra en el habitáculo haciendo que se empañen los cristales. Con un filtro obstruido y un flujo de aire deficiente, la seguridad de la conducción se reduce y el riesgo de accidentes aumenta.
Reducción de la eficiencia del sistema de aire acondicionado
Con el tiempo, cada filtro de habitáculo se obstruye con suciedad, lo que reduce la capacidad del soplador del sistema de aire acondicionado o ventilación. La falta de sustitución periódica del filtro de habitáculo da lugar a una reducción significativa de la cantidad de aire que entra en el habitáculo.
Reacciones alérgicas
El uso del vehículo con el filtro de habitáculo contaminado puede causar irritaciones oculares, estornudos o la congestión de la mucosa nasal. Asimismo, las personas que no son alérgicas también están expuestas, dado que las impurezas causan el proceso de la llamada alergización, es decir, la sensibilización a los alérgenos existentes en nuestro entorno.
Fuente: La Comunidad del Taller