Los viajes en invierno suelen ser los peores del año: hay hielo en la carretera, el mercurio está a cero, hay atasco. Pero no te dejes engañar por las temperaturas exteriores. Contrariamente a lo que se suele pensar, el sobrecalentamiento del vehículo se produce principalmente en invierno, a menudo debido a un fallo en el sistema de refrigeración, como un termostato bloqueado o una fuga de refrigerante. Cuando se produce un sobrecalentamiento, puede causar problemas de conducción a mitad de trayecto y daños potencialmente caros o incluso irreparables.
Para evitar estos problemas, es importante saber detectar las señales. Los indicios de que el motor se está sobrecalentando incluyen olores a quemado, ruidos de golpes, un indicador de temperatura en la zona roja y un capó excesivamente caliente.
Pero, ¿qué podemos hacer ante estos avisos una vez que se presentan? ¿Y cómo podemos evitar que se produzcan para que nuestros viajes sean lo más agradables posible?
1 - Limpieza del líquido refrigerante
Con el tiempo, la suciedad y los residuos cotidianos de la carretera pueden acumularse y bloquear el sistema de refrigeración del motor, impidiendo que gestione las temperaturas internas. Un lavado del refrigerante drena estos contaminantes del motor, por lo que se trata de un procedimiento crucial para mantener un vehículo sano y evitar obstrucciones del radiador, corrosión del motor, fugas, daños en el termostato y problemas con la bomba de agua.
Por norma general, el lavado debería realizarse cada dos años o cada 65.000 kilómetros, lo que ocurra primero.
2 - Enciende la calefacción
Parece una locura, pero es cierto: para enfriar el motor de tu coche, puede que sea necesario bombear aire caliente a los habitáculos, ya que conectar la calefacción y los ventiladores aleja el calor del motor. También abre el núcleo del calentador, una versión más pequeña del radiador que se encuentra en la parte delantera del coche, lo que permite que el motor aspire aire más fresco y frío y funcione a una temperatura más segura.
Por lo tanto, la buena noticia es que puedes utilizar los sopladores de calor para enfriar tus dedos congelados en el volante, con la seguridad de que también estás ayudando a mantener tu motor sano.
3 - Acelera el motor o detente
Si tu viaje implica paradas y arranques regulares debido al tráfico o a los semáforos, es buena idea acelerar el motor mientras estás parado. Las revoluciones ayudan a bombear agua por el radiador y a acelerar el ventilador (si está controlado por el motor), lo que enfría las temperaturas internas.
Pero una vez que empieces a moverte lentamente de nuevo, intenta evitar pisar el freno, ya que la resistencia del freno aumenta aún más la carga del motor. En su lugar, deja que se abra un espacio mayor entre tú y el vehículo de delante antes de avanzar. Si ninguno de estos pasos te ayuda y la temperatura de tu motor está subiendo de forma descontrolada, detente a un lado de la carretera. A continuación, abre el capó de tu coche o moto para que el calor salga directamente del vano motor.
Sin embargo, en ningún caso toques los componentes internos, especialmente el motor o el radiador. La mezcla de agua y refrigerante de un vehículo está presurizada cuando está caliente, y abrir el tapón del radiador puede hacer que el refrigerante salga pulverizado y provoque quemaduras graves en la piel. Si tienes que abrirlo, espera a que el motor se haya enfriado por completo.
4 - Llama a un taller o mecánico
Aunque estos consejos y soluciones rápidas pueden marcar la diferencia, cuando el sobrecalentamiento persiste el motor puede estar sufriendo un problema más profundo que requiera la ayuda de un especialista. Si ves que el indicador del motor pasa la mayor parte del tiempo en la zona roja, detente y llama a un mecánico.
A continuación, dependiendo del estado de tu vehículo, conduce hasta el taller o solicita una grúa para proteger tu motor de cualquier daño mayor. El mecánico podrá diagnosticar el problema y, con un poco de suerte, devolverte a la carretera lo antes posible. También debería poder aconsejarte sobre medidas preventivas en relación con el aceite.
5 - Elegir un aceite de motor de calidad
Los motores modernos funcionan a temperaturas más altas y con más piezas móviles que nunca. Para hacerlo correctamente, estas piezas móviles necesitan ser lubricadas para reducir la fricción, al tiempo que disipan el calor para proteger el rendimiento del motor.
Un aceite de motor de alta calidad, tanto para coches como para motocicletas, puede ayudar a combatir la temperatura excesiva del motor regulando y absorbiendo el calor, defendiendo los componentes críticos de posibles daños y reduciendo el consumo de combustible.
Afortunadamente, los aceites de viscosidad múltiple pueden adaptarse a las temperaturas durante todo el año, diluyéndose durante el invierno para fluir más rápidamente por el motor y lubricar mejor sus componentes. Por ejemplo, un aceite 10W40 tiene un grado de viscosidad de 10 a bajas temperaturas y de 40 a altas.
Recuerda: debes elegir el aceite y la viscosidad correctos para su modelo a fin de evitar problemas mayores en el vehículo. Antes de comprar, utiliza herramientas como un recomendador de lubricantes, para encontrar un producto que mantenga su motor seguro y funcionando sin problemas.
Fuente: Petronas
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