El pequeño comercio es vida para un municipio, y es una pieza importante de una actividad económica que da empleo a muchas personas. Su colaboración al desarrollo empresarial es fundamental. Su supervivencia está ahora en nuestra mano. Nuestros hábitos de consumo, y sobre todo nuestra responsabilidad a la hora de contribuir a la generación de riqueza, es fundamental para que el sector sea capaz de salir adelante.
Son muchos los pequeños comercios que podemos encontrar en nuestros municipios, esos que vivieron sus épocas de esplendor hace décadas, esos a los que acudíamos de la mano de nuestros padres desde pequeños, esos en los que hicimos nuestros primeros recados, esos donde adquirimos nuestros libros, ropa, calzado, alimentos, regalos, música, muebles…
Algunos nuevos se fueron incorporando con el tiempo y la necesidades de los consumidores, nunca fueron ajenos a los cambios, pero sí al espíritu de comercio de proximidad. Y aunque en los últimos tiempos, han sido más los que han abandonado el barco, que los que se han echado a la mar, siempre son un pilar fundamental de la economía y hoy, más que nunca, luchan por sobrevivir.
Ahora más que nunca
Los pequeños comercios locales toman su papel protagonista en la actualidad como forma de recuperación de los barrios y ciudades. Por eso, desde Aseyacovi, os queremos animar a que pongáis vuestro pequeño granito de arena en esa recuperación, porque hay que tener por seguro que cada uno de nosotros puede aunar fuerzas para que la remontada sea más rápida y eficaz.
Las excusas ya la conocemos: “Todo es más caro en las tiendas pequeñas”, “Es que en los centros comerciales lo tenemos todo”…., pero si te paras a pensarlo, estas afirmaciones no apuntan a la certeza. ¿De verdad merece la pena ahorrarse unos pocos euros sacrificando un producto mejor y una atención personalizada? Y por si todavía no te has dado cuenta de todas las ventajas que puedes obtener, te las contamos a continuación, luego tú decides.
1. Se genera empleo
Las pymes suponen una gran parte del tejido empresarial de nuestro país. Ateniendo a los datos, las empresas que más trabajadores contratan son los pequeños negocios de barrio (cafeterías, bares, restaurantes, tiendas locales…), sin embargo son los negocios que más sufren debido a su desventaja con las grandes superficies con las que no pueden competir en igualdad de condiciones.
2. Atención personalizada
La gran fortaleza del pequeño comercio es su calidez y cercanía en el trato con el cliente. Sus ventas son garantía de buen trato y sobre todo de encontrar frente al mostrador a personas que conocen el producto en toda la extensión de la palabra, especialistas que te podrán aconsejar con criterio para que tu compra sea realmente satisfactoria. Sin prisas, con calma, y con buenos consejos, será como adquieras tus productos en el comercio de proximidad. Confía en la gente que sabe.
3. La cercanía física
Seguro que tu barrio cuenta con comercios de todo tipo a los que puedes acudir a pie, en muy poco tiempo, y disfrutar de los escaparates con las novedades. Ahí reside otra ventaja, y en caso de que necesites cambiar algún artículo que no te haya convencido no tardarás nada. Además de no tener que mover tu coche o utilizar el transporte público, ahorras y no contaminas, ¿no te parece estupendo? Puedes acercarte cuando tú decidas, sin convertirte en rehén en tu casa esperando un paquete que puede que llegue ahora, más tarde, o dentro de horas.
4. El comercio local crea comunidad
Otro factor muy agradable es la vida de calle, y a ella colabora el hecho de que los comercios locales estén vivos. La falta de estos en una municipio o barrio se refleja en una peor calidad de vida e incluso inseguridad, y por eso es muy importante incentivarlo.
¿Te apetece vivir en un sitio en el que no hay cerca una zona comercial?, ¿en un barrio fantasma que no tenga tiendas para comprar productos básicos donde no te cruces con nadie?, ¿dónde no haya comercios y servicios a tu alcance?
5. Repercute directamente sobre ti
Consumir en los comercios del barrio es una buena fórmula para contribuir a la recuperación local. El dinero que invertimos en las tiendas de nuestro barrio sigue circulando por el mismo contribuyendo a la prosperidad económica de nuestro entorno más próximo. Ese beneficio, revierte en nuestro favor redistribuyéndose a las personas y familias cercanas. Nuestro estado de bienestar y calidad de vida crecerá de forma sustancial al activar el consumo, ya que comprar en las tiendas locales es invertir en ti mismo.
6. Artículos exclusivos
Los pequeños comercios suelen contar con determinados productos más especializados que las grandes superficies. En ellos podrás encontrar artículos que se traen en mucha menos cantidad, y por tanto no verás duplicados a la vuelta de la esquina y ofrecen un mayor grado de exclusividad. Y si no encuentras lo que buscas, siempre es más fácil que en una tienda pequeña se impliquen en encontrar el artículo que necesitas, que no en una gran superficie.
7. Racionalización de las compras
¿No te ha pasado el acudir a una gran superficie y volver a casa con productos que no necesitabas? Pues es muy común, cosa que no ocurre en los comercios más pequeños, en estos últimos solemos acudir a hacer compras más reducidas y de productos que realmente necesitamos. Cuando se hace la compra en las grandes superficies, siempre se compran artículos de más o que no se necesitan, pero que, por las estrategias de marketing que utilizan estos centros, resultan tan sugerentes que terminan finalmente en el carrito. Por este motivo, es un hecho comprobado que más de un tercio de los alimentos adquiridos en las grandes superficies no se consume y va a parar directamente a la basura.
8. Premia al pequeño empresario
Detrás de esos comercios de proximidad suele haber mucho esfuerzo escondido, pequeños emprendedores a los que les ha costado lograr sacar su negocio adelante y que ponen todos sus esfuerzos a tu servicio. Con cada compra que haces en uno de estos comercio, estás premiando ese esfuerzo que tanto cuesta.
9. Ahorra dinero
Quizás los negocios locales no tengan los precios más bajos. Quizás no puedan tenerlos. Pero comprar en ellos supone esquivar maquiavélicas técnicas de marketing que te pueden hacer gastar el dinero en cosas que no necesites, e, incluso, ni quieras. Además ese precio está justificado por la calidad del producto. ¿Duran lo mismo los productos comprados en una pequeña tienda que en una gran superficie? Ahí tienes la respuesta.
10. Consume producto local
En muchas ocasiones, los comerciantes locales nutren sus surtidos de producto de la zona, sobre todo en el caso de la alimentación. Consumir ese producto redunda en la economía local y ese producto de calidad producido muy cerca de ti no sueles encontrarlo en las grandes superficies que compran al por mayor en otros lugares de origen.
Consumir de forma responsable
Seguro que te podríamos dar muchas más razones, pero con las que te hemos ofrecido son suficientes. El hecho de consumir en los comercios de tu barrio supone una elección, quizá más profunda de lo que nos hayamos parado a pensar. Ir de compras es una de nuestras actividades cotidianas, en la que los ciudadanos tenemos a nuestro alcance una herramienta fundamental de cambio social: el consumo.
Como consumidores, último eslabón del sistema económico, tenemos una responsabilidad, pero también tenemos un poder, podemos influir en la marcha de la economía y del mundo de una forma directa. Ahora es el momento de pensar y tomar la mejor decisión para ti y para la economía de tu entorno. Tenemos la oportunidad de utilizar nuestro criterio de decisión de acuerdo a nuestras convicciones y promover la construcción de la sostenibilidad, a través de nuestros patrones de compra.
Las ayudas y subvenciones que podrán lograr el empuje para que empiecen a funcionar son una parte importante de la maquinaria, pero sin tu presencia en este mecanismo poco podrán hacer los comerciantes. No pierdas esa oportunidad única de colaborar.
Fuente: Aseyacovi
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