Diagnóstico de daños en la suspensión
Como hemos visto, las principales causas de fallo en los casquillos de suspensión son los daños directos y el envejecimiento. Para diagnosticar daños en este componente, no es suficiente con realizar una inspección visual. Un método eficaz consiste en aplicar una carga de tracción y presión de forma alterna para comprobar el juego de todas las partes móviles. Como norma general, las señales habituales de una suspensión dañada consisten en problemas de maniobrabilidad y/o generación de ruido. Estos síntomas se manifestarán en mayor o menor medida según las condiciones de funcionamiento. Conviene tener en cuenta que a menudo los daños de la suspensión se producen gradualmente, y los conductores adaptan su conducción a los cambios, de modo que sus a menudo pasan desapercibidos hasta que se vuelven evidentes y es demasiado tarde. A continuación puedes ver una relación de daños, con su causa, efecto y solución: